El mundo del vino ha evolucionado mucho en los últimos años, se van consolidando regiones vinícolas que suponen un gran mercado y pueden llevar a la imagen de ser una auténtica industria. Sin embargo, hay regiones y modelos de negocio que basan sus productos en otros valores. Y es que las bodegas se suceden a lo largo del paisaje de Rioja Alavesa, pero la forma de trabajar dista mucho entre unas y otras. El cuidado, el cariño y el factor humano ayudan a elaborar y ofrecer mejores vinos y eso es, precisamente, lo que desde nuestros orígenes procuramos mantener como elemento diferenciador en Ostatu

La elaboración del vino, como en casa

La sierra, el clima, el entorno… incluso, ciertas técnicas de producción, son compartidas en la elaboración del vino que se lleva a cabo en muchas de las bodegas de Rioja Alavesa. Sin embargo, cada “casa” tiene sus valores, sus secretos y sus formas de hacer las cosas. Valores que llevan transmitiéndose de generación en generación en la familia Sáenz de Samaniego.  

En concreto, los principios que rigen nuestra forma de trabajar son los siguientes: 

  • Vino elaborado y conservado artesanalmente y con técnicas de viticultura tradicionales, ecológicas, que protegen la tierra y la propia uva que crece de ella. 
  • Pasión, amor y respeto por la comarca de Rioja Alavesa y por los viñedos que la conforman. 
  • Preservación de los valores que llevan transmitiéndose en esta casa desde hace siglos.

Aunque la elaboración y comercialización de nuestros vinos comenzó en una bodega subterránea en el barrio de Matarredo, luego fue “La Venta”, nuestra casa, la que acogió la bodega donde hoy nos encontramos. Una venta-posada del siglo XVII que no solo nos ha dado el nombre (Ostatu en euskera) sino que sigue siendo parte de nuestro ADN. Es la representación del respeto por el hogar y por el amor al vino que se ha inculcado desde siempre a cada generación y, ¡cómo no!, que está presente en los vinos que elaboramos.

Viñedos propios en los que brotan tradición viticultora y sostenibilidad

Los valores que se han compartido y que se han intentado transmitir en Ostatu son los que brotan de la tierra que nos rodea. Las viñas propias que trabajamos con cuidado, cariño y el mejor equipo humano son la esencia que queremos compartir en cada botella. 

Contamos con un total de 36 hectáreas de viñedo, los cuales se dividen en 50 microparcelas que se ubican en distintas alturas y orientaciones. Este hecho ayuda a que podamos elaborar vinos diferentes entre sí, con matices particulares, pero que trabajamos con el mismo cariño y cuidado que se nos ha inculcado. Esto también lo trasladamos a los viticultores que trabajan con nosotros, por lo que cada una de sus parcelas respiran nuestra esencia. 

Además de esos valores, tenemos la suerte de contar viñedo ubicado en un enclave único: Rioja Alavesa. Nuestras viñas están bajo la protección de la sierra de Cantabria-Toloño, donde, precisamente, disfrutamos de unos suelos arcilloso-calcáreos ideales para ofrecer los mejores vinos. De la misma forma, también juegan un papel fundamental estos 3 factores: 

  1. Un microclima que es único y perfecto, puesto que en nuestros viñedos confluyen el atlántico y el mediterráneo. La cantidad de lluvia es idónea y los vientos fríos típicos del norte no afectan tanto al contar con la protección de la sierra. 
  2. El terroir, algo que hemos respetado y cuidado desde hace siglos.  En Ostatu practicamos la viticultura ecológica. Consideramos este territorio un patrimonio no solo enológico, sino cultural y natural, y como tal lo cuidamos para conseguir los mejores vinos de un entorno especial, propio y particular. 
  3. Técnicas artesanales y manuales, en la cuales lo que prima es la calidad de la uva y el cuidado en su recogida. Por eso nuestra vendimia se lleva a cabo entre los meses de septiembre y octubre, en plena maduración de la uva, y mediante una recogida manual de lo más exhaustiva para seleccionar los mejores racimos.

Existen muchos tipos de bodegas y vinos. Los que elaboramos en Ostatu son los denominados vinos singulares y vinos sensatos, asociados a unos valores únicos y diferenciadores. Principios que no solo marcan nuestros productos, sino que se respiran en cualquier rincón de nuestra casa, en nuestro Txoko, en nuestro Wine Bar… Puedes venir a visitarnos y vivirlo por ti mismo.