Es algo que está en boca de todas las personas: el clima está cambiando. Lo escuchamos en los informativos, anuncios, en nuestra propia casa… Una temática que en los últimos años ha cogido mucho, mucho peso. El aumento de la temperatura del planeta no es algo subjetivo, sino un fenómeno que se hace notar. Lo observamos en el aumento de la temperatura global, la falta de nieve en invierno, las fuertes lluvias… En el caso de las bodegas de Rioja Alavesa que nos dedicamos al cultivo de la vid, lo hemos notado en las sequías de nuestros terrenos, en el adelanto en la maduración de la uva y aumento del porcentaje de azúcar y alcohol.

Desde hace años, en Bodegas Ostatu vimos el cambio climático como una nueva realidad que iba a afectar a las características de nuestras uvas y vinos. Por ello mismo, nos adelantamos a trabajar y repensar tareas para hacer frente a este fenómeno mediante uno de nuestros mejores aliados: la Sierra Cantabria.

Qué es la Sierra Cantabria

La Sierra Cantabria es una barrera montañosa que separa la Montaña Alavesa y Rioja Alavesa. Está formada por unas impresionantes cresterías de roca caliza que refrenan los vientos provenientes del norte. Como apunte para los lectores más montañeros, las cumbres más emblemáticas son el Toloño, San León, Escamelo, Recilla, Cervera y finaliza con Ioar, montes desde los cuales obtenemos unas vistas impresionantes: al norte, bosques y explotaciones agrícolas, y al sur, un mar de viñedos. Sin duda una montaña desconocida pero tremendamente preciosa para disfrutarla.

 Y es justo a las faldas de la Sierra Cantabria, donde se encuentra Bodegas Ostatu, en Samaniego.

Cómo la Sierra ayuda a contrarrestar el cambio climático

Como hemos dicho anteriormente, desde Bodegas Ostatu observamos hace años una tendencia en el aumento de temperaturas a nivel global. Para hacer frente al cambio climático y poder seguir elaborando vinos de la máxima calidad, decidimos seguir haciendo uso de las propias herramientas que nos proporciona la naturaleza. En nuestro caso, la Sierra Cantabria.

Debido a la posibilidad que nos da la gran altura de la sierra, durante los últimos 30 años nuestras plantaciones de viñedos han ido subiendo en altitud para contrarrestar el aumento de temperatura que se ha experimentado en otros puntos de Rioja Alavesa. La Sierra corta la humedad proveniente del Norte en gran medida, dejando pasar una pequeña cantidad y sobre todo otorga viento norte a la vertiente sur, donde se encuentran nuestros viñedos, manteniendo unas temperaturas frescas y óptimas para el desarrollo más normalizado de la madurez de la vid. Ello nos ha ayudado a que nuestros vinos sean más frescos, con mayor intensidad frutal y acidez viva.

Allí tenemos nuestras parcelas de Lavilla, La Paul, Carrera, Zabala…. De las cuales elaboramos los vinos Valdepedro y Rosé, y una gran parte de las uvas con destino a joven y crianza.

Cambio climático en el sector vitícola

El aumento de las temperaturas lleva suponiendo un problema para nuestro sector desde hace más de 30 años. A medida que el clima se vuelve más cálido y hostil, la vid madura antes, traduciéndose en un aumento de azúcar y graduación alcohólica, menor acidez y pérdida de propiedades. 

Como referencia, hace años el momento de maduración óptimo se lograba entrado en otoño, mientras que ahora se logra a finales de verano. El cambio climático no solo produce el aumento de las temperaturas, sino también el incremento de fenómenos extremos, como el granizo y pedrisco, y la distribución irregular de las lluvias, fenómenos que perjudican la calidad de la uva.

Para hacer frente a ello, algunas bodegas intentamos retrasar la poda de la vid para que la maduración sea más lenta y realizar la vendimia más tarde, además de, como hemos comentado, subir los viñedos hacia una mayor altitud.

Nos sentimos muy afortunados de contar con la protección de nuestra guardiana, la Sierra Cantabria, para hacer frente a los cambios que hemos ido experimentando durante estos años. El reto ahora para las bodegas, según nuestro enólogo Iñigo Saenz de Samaniego, consiste en adecuar la forma de gestionar los viñedos y adaptar las artes de la viticultura para poder seguir ofreciendo lo mejores vinos para nuestro paladar.