Desde el mismo corazón de Rioja Alavesa, te invitamos a acompañarnos en nuestro recorrido de la degustación de una buena copa de vino a partir de los aperitivos más deliciosos que harán las mieles de cualquier momento del día o la noche.

Y es que, está claro que si el maridaje perfecto entre el chocolate y el vino existe, lo mismo ocurre con otro tipo de alternativas culinarias.

Así, a través de la gastronomía gourmet te planteamos una serie de ideas y consejos que, puestos en práctica, no dejarán indiferente a ningún paladar.

¿Te has preguntado por qué algunos aperitivos como el jamón o los quesos siempre se utilizan en las catas? Los maridajes con este tipo de aperitivos tienen todo su sentido y ahora descubrirás la razón.

Los ocho mejores aperitivos para una degustación de vino y por qué

A la hora de apreciar el sabor del vino y sus matices, es importante saber seleccionar los aperitivos con los que realizar el maridaje, ya que un buen acompañamiento mejora mucho la experiencia, limpiando incluso el paladar entre copa y copa y ayudando a percibir mejor cada detalle.

Hay algunos alimentos que van bien con todo: los dulces como un buen chocolate pueden resultar exquisiteces en combinación con una copa de vino pero es verdad que los aperitivos salados casan bien con todo.

A continuación, te damos un listado de ideas que no pueden faltar en una buena cata de vinos:

  • Bonito del cantábrico en aceite de oliva. Es un producto de gran versatilidad y no será lo mismo consumirlo directamente de la conserva que mezclado con otros alimentos. En su versión más pura encaja a la perfección con un Ostatu Rosé 2020.
  • Queso Idiazabal. Los aceites, su aroma y el intenso sabor de este apreciado y típico producto restan acidez al vino y potencian los matices más intensos de la uva. El queso Idiazabal tienen una maduración mínima de 60 días y su sabor es intenso, llenando la boca con un marcado carácter a leche madurada de oveja. Te proponemos armonizarlo con Escobal Ostatu 2018, un vino afrutado perfecto en combinación con este tipo de aperitivos.
  • Pan. Es el alimento básico que nunca suele faltar ya que su peculiaridad radica en ser el acompañamiento clave de cualquier salsa o queso que se precie. El pan tostado con aceite de oliva, sal y tomate aderezado con alguna hierba aromática puede volverse una auténtica delicatesen. Y es que de la misma forma que casi hay un queso para cada vino, también hay un pan para cada uno y la combinación de ambos permiten potenciar mucho más el sabor del mismo. Pruébalo armonizándolo con Ostatu Tinto 2020.
  • Jamón serrano. Un plato de buen jamón serrano es una auténtica maravilla en cualquier circunstancia y se convierte en una experiencia única y singular cuando le acompaña un buen vino. Eso sí, hay un truco que hay que tener presente para no pasar nada por alto: a la hora de cortar las lonchas de jamón, éstas deben ser pequeñas y finas, que potencien el sabor pero no lo saturen. Nuestra apuesta aquí es un vino tinto joven, como Selección de Ostatu 2016.
  • Anchoas. Este manjar tan especial tiene unas características sensoriales bien marcadas. Es un producto con marcados matices salinos y marinos, de sabor potente y textura especial, lo que ayuda a salivar y así la boca se recupera después de degustar alguno de los vinos más secos. Proponemos combinarlo con un Ostatu Blanco 2020, suave, fresco y envolvente. Ideal para épocas como primavera y verano.
  • Fruta seca o deshidratada. Suele tener un sabor ligero y su sólida textura hacen de ella un aperitivo muy especial, ayudando a resaltar los sabores frutales que pueda tener un vino como Lore de Ostatu 2016.
  • Frutos secos. Nutritivos y deliciosos, son uno de los aperitivos ideales para tomar en combinación con una copa de vino. Además, si éstos son tostados y salados mucho mejor, pues el sabor del vino se verá enfatizado. Combínalo con Ostatu Crianza 2018.
  • Chocolate. Te lo comentábamos al principio, aunque la sal suele ser protagonista de un buen aperitivo para una cata de vino, lo dulce y en especial el chocolate combina a la perfección. Intenso, delicioso y apreciado por casi todos los paladares, es ideal en su versión con mayor cantidad de cacao y sin ningún tipo de relleno. Para las personas más golosas, el chocolate con leche también es una buena opción pero siempre y cuando conserve su sabor característico a cacao y no contenga una cantidad de azúcar excesiva. Hoy en día, además, hay versiones muy interesantes de chocolates con un punto de sal que serían más que perfectos como aperitivo a un buen vino. Como recomendación particular, proponemos combinarlos con Gloria de Ostatu 2011.

Por todo ello, estos ocho aperitivos armonizan a la perfección con las distintas variedades de vino, porque potencian su sabor, limpian la boca, ayudan a salivar y por supuesto permiten que disfrutemos mucho más de esa copa de vino.