La atención al detalle y el mimo hacia el producto y el cliente
Detrás de toda gestión hay rostros humanos, en este caso el de Mariasun, una de las caras visibles de Ostatu y quien dedica el día a día a salvaguardar la personalidad e identidad de Ostatu y sus vinos, cuidando cada detalle, coordinando la gestión de la bodega y personalizando el servicio para garantizar una experiencia cercana y cuidada, que fidelice a quienes depositan su confianza en sus vinos.
Quién es Mariasun
Soy una persona sencilla, comprometida y dinámica, me gusta disfrutar del trabajo, la familia, los amigos y toda buena compañía donde haya una buena conversación; oportunidades que mi trabajo nos brinda a menudo.
Vivo y soy de Rioja Alavesa, me considero privilegiada por pertenecer a este pequeño rincón del mundo, y poder disfrutar de todo lo que nos ofrece, a la vez que disfruto dándolo a conocer a quien viene a conocernos. Nunca defrauda.
- Cuando no trabajas podemos encontrarte:
-Escuchando…
Me gusta todo en general, cuando escucho música enseguida afloran distintos sentimientos y es una sensación muy grata escuchar una buena canción. Puedo escuchar cualquier tipo de música, depende del momento.
-Leyendo…
También me gusta la lectura en general, ya que me permite desconectar y a la vez vivir otras historias, épocas, desvelos, etc. Me quedo con la novela histórica, especialmente con mujeres intrépidas y valientes como protagonistas.
-Yendo a…
Viajar, especialmente con la familia y amigos es uno de mis hobbies, especialmente a destinos donde disfrutar del paisaje, la historia, y la gastronomía, que son “ todos”, así que lo tengo fácil. No me hace falta ir muy lejos, aunque también por trabajo he tenido oportunidad de disfrutar o conocer destinos lejanos y muy atractivos.
-Comiendo…
La gastronomía es una de mis debilidades, disfruto y aprendo mucho conociendo todo tipo de restaurantes. Me inclino especialmente por aquellos donde la responsabilidad y compromiso con el producto cercano, la calidad, el culto por el detalle y el disfrute del cliente son los protagonistas.
No puedo olvidar nuestro culto al “ txoko”, ese disfrute en familia y amigos, donde la comida casera, las brasas y el calor del fuego alimentan relaciones sociales y largas conversaciones.
-Haciendo, practicando…
Necesito hacer ejercicio, especialmente caminatas no excesivamente largas pero sí asiduas, que me oxigenan. Puedo disfrutar del paisaje y sentirme bien tanto física como mentalmente.
- El vino para ti ¿es una pasión inculcada o vocacional? ¿Siempre supiste que tu sitio estaba en Ostatu o hubo un tiempo en que quisiste dedicarte a otra cosa?
Totalmente vocacional, aunque siempre nos ha tocado implicarnos y colaborar en el trabajo del negocio familiar, tanto en viñedo como en bodega, cuando tocaba, que era muy a menudo.
Hemos vivido encima de la bodega, así que el trabajo diario, como embotellar, atender a clientes… formaba parte de nuestro día a día.
Mis padres, nos inculcaron el valor de la formación y el esfuerzo, que compatibilizábamos con el trabajo en casa.
Me Licencié en Económicas y Empresariales, por la Universidad del País Vasco, y en un primer momento mis objetivos profesionales no iban encaminados precisamente a la bodega, de hecho estuve trabajando durante 5 años en el sector financiero, y fue tras ese periodo cuando viendo que se abrían nuevas posibilidades de desarrollo (mercado internacional, enoturismo…) para el negocio familiar, dejé mi trabajo y me enganché a la empresa familiar.
Aunque si soy sincera, algunas de mis vacaciones en esa etapa laboral las guardaba para asistir a ferias y viajes, acompañando a mi padre y hermanos.
El mundo del vino, su cultura y lo que conlleva tiene mucho de vocacional, exige sacrificio, paciencia y mucho esfuerzo, pero a la vez la recompensa y satisfacción, cuando ves que las cosas van hacia adelante, es enorme.
. ¿Cómo es el papel de la mujer en este sector? ¿Has sentido alguna vez que has tenido que invertir más tiempo que otros en hacer que se haga valer tu profesionalidad?
Yo me incorporé a la bodega en el año 2002, y creo que las cosas han cambiado mucho en ese sentido, no tiene nada que ver el momento actual con la situación de hace 20 años.
Podría contar muchas anécdotas que me han sucedido en mis primeros años en la bodega y que evidenciarían ese cambio en favor del papel de la mujer en el mundo del vino.
Hoy en día la mujer tiene “casi” el mismo protagonismo que el hombre, y en numerosos casos son la cara visible de explotaciones vitícolas y bodegas, cosa que hace 20 años era anecdótico. Si bien ese logro se ha conseguido por un sobre esfuerzo de la mujer respecto al hombre, en formación, trabajo, sacrificio y profesionalidad, en muchos de los casos.
- Gonzalo comentó que todos los hermanos consensuáis las decisiones importantes de la bodega, ¿cómo os ayuda eso a la hora de hacer crecer el negocio?
Sí, somos tres hermanos actualmente en la bodega y cada uno en su ámbito trabaja con autonomía y decisión, ya que tenemos que ser rápidos y eficaces en las decisiones, por lo que trabajamos de manera coordinada.
A pesar de trabajar juntos en el día a día, mensualmente nos reunimos de manera distendida y sin “teléfonos” para poder valorar o analizar las diferentes decisiones y a la vez pensar en clave de mejora y oportunidad. Esto creo que es importante en nuestra forma de funcionar.
- ¿De qué te sientes más orgullosa cuando miras a tu alrededor, ya sea en la bodega o en los viñedos?
Pues no se qué responder, creo que con todo en general… El ver que las cosas van para adelante y podemos ir mejorando poco a poco en el viñedo, la bodega, posicionamiento, marca, mercados, etcétera, me produce una sensación de satisfacción y alegría. A la vez que te das cuenta de los resultados del trabajo y el esfuerzo, y lo importante que es para todos, cada uno en su ámbito, esa cultura del esfuerzo. Creo que de otra manera no podríamos avanzar y nos iríamos quedando atrás
- Tienes una gran conciencia medioambiental. ¿Cómo ves el futuro de la viticultura, si no se adoptasen medidas como las que habéis implantado para reducir la huella de carbono?
Yo creo que no solo en el ámbito de la viticultura, sino también como sociedad e individuos. La conciencia medioambiental y la sostenibilidad no tiene marcha atrás y creo que es la única forma de progreso e ir hacia adelante.
Responde a un compromiso, y una actitud consciente ante la vida, de preocupación por el entorno, las personas, la sociedad, el futuro…
Aplicando esta conciencia a nuestro sector, ahora podemos hacer mucho para mejorar el futuro: mantener nuestro entorno y paisaje, hacer que cada uno de nuestros procesos sea más eficiente y disminuir el consumo de recursos energéticos, igualdad de oportunidades, buenas condiciones de trabajo… En definitiva, mejorar nuestro entorno con nuestro trabajo. Queremos y tenemos la obligación de poner en el mercado productos comprometidos y que además cada vez valora más el consumidor.
- De todas las áreas en las que trabajas, ¿con qué es con lo que más disfrutas?
Si te soy sincera, una de las mayores satisfacciones de mi trabajo en la bodega es la oportunidad que me ha dado de conocer a mucha gente, además, muy diversa, de la que también he podido aprender y enriquecerme como persona. Disfruto un montón dándoles a conocer nuestra casa, nuestro trabajo y nuestro entorno. De todo ello me siento muy orgullosa.
- Fuiste la presidenta de la Ruta del Vino de Rioja Alavesa. ¿Qué destacarías de las acciones llevadas a cabo estos últimos años de cara a potenciar el enoturismo? ¿De qué manera ha sido positivo para Bodegas Ostatu abriros a las visitas, catas, etc)
Sí, es una época reciente en mi vida de la que tengo un grato recuerdo. Desde la Ruta del Vino de Rioja Alavesa trabajamos mucho y me consta que siguen en ello, a pesar de las difíciles circunstancias, para dar a conocer al mundo nuestro pequeño territorio, que tiene grandes posibilidades.
En nuestro caso, el desarrollo del enoturismo ha sido muy importante en los últimos años, para potenciar nuestras ventas al cliente final, conseguir nuevos distribuidores, importadores y como conocimiento y reputación de marca e imagen.
Exige inversiones, esfuerzo y profesionalización, pero creo que es parte importante del acercamiento al cliente final, recorrido que mejor antes que después, todas las bodegas tenemos que realizar.
. ¿Qué cambio te gustaría ver en el sector?
Así sin mucha reflexión, pues es evidente y necesario, creo que el mayor cambio que necesitamos es una mayor unión y colaboración. En definitiva ser más fuertes, sobre todo cuando estamos viendo que los proyectos colaborativos son los que están teniendo éxito en el sector y cuando las políticas europeas, subvenciones, requisitos y un sinfín de obligaciones están “machacando” a las pequeñas organizaciones.
- Tu vino preferido para el día a día y un vino para ocasiones más especiales
Para el día a día, me quedo con un buen vino joven de maceración carbónica, esto creo que forma parte del ADN que llevamos en esta zona, es un vino divertido y fácil de beber, que lo hace muy apetecible con cualquier plato.
Cuando tengo más tiempo, para un consumo más sosegado, más inspirado, abriría cualquiera de los vinos singulares dependiendo de con qué lo vaya a acompañar. Ostatu Selección, puede ser una muy buena opción para muchas ocasiones, con un buen pescado o carne a la brasa… que aquí lo de cocinar a la brasa nos gustar bastante.
- ¿Qué destacarías de Iñigo?
Iñigo es el más joven de los tres, y está implicado en el día a día de la bodega desde muy joven.
Trabajador incansable, que asume gran cantidad de responsabilidades a sus espaldas y las lleva a cabo de forma metódica (tiene una parte de ingeniero alemán) y a la vez con mucho sentido común y agilidad.